
Se acercan fechas de celebraciones, eventos al aire libre y buen tiempo en general. Es una época que invita a quitar el abrigo a los más pequeños y empezar a vestirles con prendas frescas y divertidas. Y es el momento perfecto para que las más chiquitinas de la casa puedan lucir un bonito vestido bebé niña. En realidad, aunque los vestidos se relacionan con las típicas prendas para llevar en ceremonias especiales, lo cierto es que se pueden llevar a diario. Y a la vez, debemos recordar que no solo son para primavera-verano; con unos leotardos y un buen abrigo, los vestidos también pueden ponerse en los meses más fríos.
A la hora de comprar un vestido bebé niña es importante tener en cuenta algunas características: la comodidad, el tejido, las costuras y el diseño.
Comodidad
Los vestidos suelen ser una prenda bastante cómoda, ya que permiten la movilidad libre de sus piernas. Pero no hay que olvidar el largo, ya que es fundamental que no se lo pise o se enganche el bajo gateando. Tampoco debe apretarle en la cintura ni el cuerpo, porque debe estar a gusto.
Por otro lado, debemos valorar la comodidad a la hora de poder cambiar un pañal. Y es que cualquier vestido permite un buen acceso al mismo y, además, si se cubre con una ranita a juego hace que el conjunto quede incluso más bonito.
Tejido
Es muy importante que el tejido sea de algodón, y aún mejor, que sea de algodón orgánico. Así, respetaremos su piel y evitaremos alergias o incómodas dermatitis.
Además, el algodón orgánico es más ecológico, ya que se cultiva sin usar productos tóxicos, y las condiciones de trabajo de los agricultores son más dignas y justas.
Costuras
También hay que fijarse en las costuras. Muchas veces provocan roces que acaban haciendo daño a la piel de nuestros hijos y luego no quieren ponerse esas prendas. Se deben escoger modelos sin costuras en contacto directo con la piel para mejorar el confort.
Tampoco podemos olvidarnos de las etiquetas, que tienen un efecto parecido al de las costuras. Aquellas impresas en la misma tela o cosidas en un trozo de tela del mismo tejido que el vestido suelen ser más respetuosas.
Diseño
Por último, el diseño y la originalidad de los vestidos. Quizás esta es la primera característica que tenemos en cuenta a la hora de comprar un vestido, y es que la gran cantidad de modelos, estampados, colores y estilos hacen que esta sea la más difícil elección. Hay modelos más divertidos y desenfadados para el día a día, y modelos de mucha elegancia para las celebraciones más especiales.
Hoy día hay incluso vestidos para que las pequeñas vayan a juego con mamá y así poder lucir ambas iguales dando un paseo o en divertidas sesiones de fotos.
En cualquier caso, comprar o regalar un vestido de bebé para niña siempre es un acierto que gusta a las más pequeñas y a sus padres. Es una prenda que por su belleza y versatilidad nunca pasará de moda.