La salud de los oídos de nuestros hijos es importante, prevenir las cosas que dañan su oído e instaurar unos buenos hábitos de cuidado desde pequeños es fundamental para evitar la perdida de audición.
Una afección común en los niños son las infecciones de oído. Los niños tienen las trompas de Eustaquio más cortas y más rectas que los adultos.
Si la trompa se inflama o se bloquea debido a la acumulación de mucosa o suciedad se dificulta el drenaje de líquido hacia afuera del oído y provoca las molestas infecciones.
Las infecciones de oído de repetición pueden provocar pérdida auditiva.
¿Cómo prevenir las infecciones de oído?
- Evitar exponer a los niños al humo de tabaco fumado por otras personas, ya que diferentes estudios concluyen que aumenta la frecuencia y la gravedad de las otitis.
- Lavarse las manos a conciencia y a menudo evita que se propaguen los gérmenes, que favorecen el desarrollo de infecciones de oído.
- Usar tapones en la playa o piscina. El uso de protectores auditivos disminuye el nivel de humedad provocado por el contacto con el agua, así se reduce el riesgo de padecer otitis.
- Llevar al día las vacunas. Algunas como la vacuna antineumocócica conjugada heptavalente y la antigripal, ayudan a prevenir las infecciones de oído.
Otras cosas que dañan el oído en la infancia que pueden provocar perdida auditiva son:
- Introducción de objetos dentro del oído
Cosas como los bastoncillos de algodón, las uñas o lápices pueden provocar roces en el conducto auditivo y/o llegar a perforar el tímpano.
La cera en los oídos no es mala, cumple una importante función de protección y no debe introducirse objetos en la oreja para sacarla.
La cera normalmente sale por si misma del oído durante los baños y duchas. En todo caso se puede limpiar la parte externa del oído con un algodón húmedo. Si el niño presenta molestias o dolor por acumulación de cera habría que consultar con el pediatra para ver si hay tapón y retirarlo.
2. Golpes directos sobre la oreja o la cabeza
No podemos envolver a los niños en papel burbuja pero si que es conveniente proteger su cabeza si realizan ciertos deportes. Al montar en bici o patinete y también si realizan deportes de contacto como por ejemplo el boxeo.
3. Ruidos fuertes
Los niños pueden tener pérdidas auditivas importantes y/o permanentes cuando se exponen de manera prolongada a ruidos superiores a 75 decibelios.
Este tipo de lesiones que dañan el oído llamadas “trauma acústico” son completamente prevenibles si usamos auriculares especiales para niños y evitamos ir a lugares con demasiada contaminación acústica como por ejemplo conciertos, en todo caso si debemos ir es necesario el uso de tapones.
Si nuestros hijos usan cascos, los auriculares con cancelación de ruido pueden ser una buena opción ya que los niños no tendrán que subir el volumen para reducir el ruido exterior.
Sin embargo hay que mirar bien lo que compramos ya que muchos auriculares y otros productos que se venden como productos «seguros para los niños» sin embargo permiten que el volumen sea de 85, 90 o más decibelios.
¿Cuándo debo preocuparme? ¿Cuales son las señales de perdida auditiva en niños?
Según ASHA: American Speech-Language-Hearing Association los principales signos de perdida auditiva en niños y jóvenes serían los siguientes:
- No presta atención a los sonidos
- No sigue instrucciones sencillas
- No reacciona cuando se le llama por su nombre
- Tiene retraso en el desarrollo del habla y el lenguaje
- Se tira de la oreja o se la rasca
- Tiene dificultad con el aprovechamiento académico, en especial con la lectura y las matemáticas
- Se siente aislado y está triste o descontento en la escuela
- Tiene molestia constante en el oído después de haber estado expuesto a ruido fuerte
Ante estos síntomas o si presentas dudas sobre si tu hijo tiene pérdida auditiva lo mejor es siempre consultarlo con tu pediatra.