Banco de Leche

El artículo de hoy es un testimonio de otra madre de dos que conocí a través de Twitter. Hoy mi espacio es el suyo para que conozcáis de primera mano su experiencia con la donación de leche materna.

Antes de dejaros con Cristina, quiero contaros que los bancos de leche son centros especializados donde la leche humana donada se recibe, procesa, analiza y almacena.

Posteriormente se distribuye para alimentar a recién nacidos hospitalizados que no pueden recibir leche de su propia madre, como por ejemplo:

  • Niños prematuros con riesgo de enterocolitis necrotizante
  • Prematuros de menos de 32 semanas y/o 1500 <gr
  • RCIU con alteración doppler
  • Patología digestiva (malformaciones, postoperatorio, síndrome de intestino corto)
  • Cardiopatías cianóticas o de bajo gasto

Se sabe muy poco en términos generales de los bancos de leche y además yo nunca había conocido a nadie que hubiera sido donante, por lo que la experiencia de Cristina me parece muy interesante. Sin más os dejo con ella.


Mi experiencia como donante de leche materna, por Cris C.


Esta historia empieza con una primera lactancia más que exitosa, nunca me hubiera planteado ser donante si no hubiera tenido una experiencia maravillosa como madre lactante.

En 2015 di a luz a mi primera hija, salió medio criada como se suele decir, un bebé con mucha fuerza de succión y muy grande, así que la lactancia fue muy buena desde el principio. Superamos los baches de grietas, mastitis y obstrucciones sin muchos problemas, sabía que aparecerían y estaba mentalmente preparada para ello.

La lactancia duró hasta mi segundo embarazo y la aparición de la agitación (rechazo) que lo fuimos dejando poco a poco.

A mi me hubiera gustado donar leche pero por aquel entonces no existía banco de leche en Galicia.

En el transcurso de mi segundo embarazo una amiga tuvo a su hija ingresada en neonatos y fue ella la que me informó de la existencia del banco de leche.

No es algo de lo que debas preocuparte durante el embarazo, la primera preocupación en esos momentos debe de ser tener una lactancia exitosa, sin ella la donación es casi imposible.

Durante la estancia en el hospital por mi segundo parto nos dieron un papelito informativo sobre el banco de leche.

Hubo una reunión sobre lactancia en la planta de maternidad en la que se dieron consejos de lactancia y se nos informó de la existencia del banco de leche.

No se da mucha información sobre él, dado que lo primero es que consigamos una buena lactancia. Creo que recomendaba una lactancia de dos meses para considerarla bien establecida y comenzar a donar.

Los dos primeros meses me dediqué a disfrutar, no pensé ni en banco de leche propio ni ajeno. A los dos meses tuve una despedida de soltera y aunque sólo iba a estar unas cuantas horas fuera decidí desempolvar el sacaleches (Medela swing de segunda mano).

A partir de ahí ya empecé a quitarme leche a diario para mi propio banco de leche, igual parece mucho tiempo pero la baja de maternidad es muy corta y quitarse 100ml con sacaleches ya es un ratito.

Cuando vi mi cajoncito del congelador con un buen número de bolsitas me animé a ir al hospital.

Para hacerte donante de lecha hay que pasar una entrevista y unos análisis. Llamé por teléfono y concerté una cita. No recuerdo las preguntas exactas pero si que fue una conversación agradable.

Disculpad mi mala memoria para las preguntas, solo recuerdo que mientras esperaba lo pasé un poco mal porque el despacho está en la zona de neonatos y al escuchar llorar mis hormonas se revolucionaban. De allí salí con:

  • Botes que encajan en el sacaleches de medela.
  • Etiquetas.
  • Hidroalcohol para las manos.
  • Suero para los pezones.
  • Gasas.
  • Tubo para el sacaleches que el mío tenía un color feo por el uso.
  • Neveras portátiles.
  • Bloques de congelar.
  • Tarjeta para aparcar delante del hospital.

Mi rutina para donación fue simple, el mejor momento para el banco de leche del hospital, el resto, si existía, para el mío.

Por las noches le daba de solo un pecho a la niña toda la noche. Por las mañanas después de ducharme me quitaba la leche para el banco de leche haciendo rutinas de limpieza (desinfección de manos y limpieza de pezón), un pecho siempre estaba lleno, etiquetaba y congelaba de inmediato.

En el descanso del trabajo me quitaba leche para mi banco, lo guardaba en una neverita portátil con bloques y congelaba al llegar a casa.

Parece horrible pasar ese tiempo encerrada sacándote leche, pero era un tiempo en el que disfrutaba de mi soledad.

Cuando llené el congelador hice la primera entrega, avisé por email de cuando iría y de lo que necesitaba, solo me hacían falta botes de 125 y etiquetas (esto no lo recuerdo yo, lo recuerda Google, mi memoria no ha mejorado). Todo muy rápido, entrar dejar la leche, coger los botes y salir.

Una de las veces que llené el congelador ya me costaba sacarme leche. La lactancia había llegado a ese punto de solo produces si hay un bebé enganchado y fue la última entrega. Supongo que hay otras donantes que pueden estar años, yo solo lo conseguí 4 o 5 meses.

Mi niña ya tenía alimentación complementaría y el sacaleches ya me parecía una maquina infernal. Me ha quedado la sensación de que podría haber hecho más.

Fue una experiencia muy bonita y el esfuerzo es muy poco si ya te estas quitando leche para tu propio banco. De vez en cuando hacen reuniones entre donantes y familias (yo no he ido a ninguna), también envían felicitaciones de navidad con fotos de los niños que han salido adelante y con las cifras de donantes y niños que han recibido la leche.

Probablemente en estos dos últimos años las cosas habrán cambiado mucho y más con la situación actual, por lo que siempre es mejor preguntar a los profesionales que gestionan estos bancos de leche.

Os dejo el enlace con la información del banco de leche de Santiago y otra con la asociación española de bancos de leche humana para que consultéis si tenéis alguno cerca.

Banco de Leche de Santiago de Compostela

Asociación española de bancos de leche humana

Directorio de Bancos de Leche en España

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